El otro día vinieron a comer a casa los abuelos y para festejarlos decidí adornar la mesa con la cubertería que mi madre me regaló, que a su vez le regaló su madre....
Al ir a compar el pan recogí unas ramitas de lavanda, y con un cordel rústico y las servilletas quedó así de bonito
Luego me tocó fregar a mano, pero... ¿y lo que disfrutamos?
Lo malo de la plata es limpiarla pero hay que reconocer que es elegantísima. Te quedó precioso desde luego. Besos.
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