Pues bien, mis hijos han heredado esta afición, asi que os podéis imaginar la cantidad de piedras y conchas que almacenamos en el verano, normalmente en cubos o bolsas en armarios.
Este año decidí que teníamos que encontrar una forma más decorativa de disfrutar de nuestros pequeños tesoros: aproveché una ensaladera de cristal que había comprado en Ikea (TRYGG 1,99 €) y les dije a mis hijos que todos los días al llegar de la playa íbamos a ir depositando nuestros recuerdos.
El otro día vino Fátima de visita y nos regaló una preciosa orquídea que completó nuestro rincón.
¿Os gusta como ha quedado?

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan los comentarios porque eso significa que os ha gustado mi entrada :)
Prometo contestar!