En casa hemos instaurado la tradición de llevar a la cama el desayuno favorito del cumpleañero, pero este año nos hemos superado ya que además hay una decoración sorpresa en la cocina o el salón.
Para celebrar el octavo cumpleaños de mi hija le pregunté sus colores favoritos: el rosa y el marrón, “porque nadie lo quiere”, y así nació la fiesta de fresa y chocolate.
Primero diseñé una invitación que mandé a toda la familia por email y que sirvió de base para el resto de la decoración:
- 1. Grandes pompones en rosa y marrón
- 2. Platos y vasos rosas con pegatinas con el diseño de la invitación
- 3. Confetti en rosa y marrón y, por supuesto, con el diseño de la invitación
- 4. Tarros con chuches en fresa y chocolate
Todo lo estuvimos preparando durante la semana, cuando Celia se iba a dormir y la noche anterior lo colocamos.
A continuación le llevamos el desayuno a la cama y luego le tapamos los ojos para enseñarle la decoración (incluso encontré en los “chinos” un tubo que lanzaba pétalos…rosas).
Por la tarde fui a buscarla al colegio con ocho globos (fresa y chocolate), que añadimos a la decoración.
Y finalmente la merienda:
- Fresas cubiertas de chocolate
- Manzanas con caramelo
- Helados: de fresa y chocolate
- Plátanos cubiertos de chocolate con toppings y congelados
- Petit de fresas con palitos clavados y congelados
- Phoskitos de chocolate y de Hello Kitty, es decir, rosas
- Y por supuesto la tarta de … chocolate
La verdad es que nos lo pasamos fenomenal,... pero tengo una larga lista de familiares que quieren venir a casa a celebrar su cumpleaños!!
Espero que os haya gustado la idea, en otra entrada os contaré como hicimos alguna de las cosas que aparecen en las fotos.
Que bonito detalle, seguro q la niña se sintió más que especial. La felicito por la bella decoración y sobretodo por tan lindo gesto.
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