Tomando un café... en Dulce Compañía ( y II)

Y aquí tenemos la segunda parte!! Sofía nos cuenta un poco más su vida a nivel personal.

El mejor momento con tus hijos

Mis hijos están en plena adolescencia, la cual me parece un reto y a la vez una maravilla, porque a través de ellos vuelvo a vivir la mía! Tanto por descubrir, tantas emociones limpias, intensas... Para mí uno de los mejores momentos del día es cuando puedo charlar a solas con alguno de ellos. Suelo llevarme, después del colegio, a uno de ellos cada día a pasear los dos solos y hacer recaditos como comprar el pescado, o las flores. Ese camino de ida y vuelta en el que nos contamos nuestras cosas me apasiona.

Un rincón especial de tu casa

Tengo alfombritas de cordero por todos lados, y cualquier rincón en el que me pueda tirar encima de una de ellas con un almohadón me chifla. Y mi cama, para qué nos vamos a engañar! Me chifla dormir, me chifla estar en ella temprano por la noche con un buen libro o una pila de revistas, me fascina cuando mis niños se vienen a desperezar en ella un sábado por la mañana (siempre acabo pidiéndoles que me suban el desayuno)...

Aunque si tengo que elegir una sola estancia de la casa elijo sin lugar a dudas la cocina: ahí es donde tengo los mejores recuerdos. Desde que son pequeños los niños han cocinado muchísimo - se turnan para hacer la cena y recogerla y hacemos unas cookies deliciosas - ¿te paso la receta?

Encendemos velitas siempre que estamos ahí. Ahí es donde me suelen encontrar con mi copita de vino todas las noches decidiendo qué vamos a cenar, ahí es donde charlamos todos juntos. Es una estancia en la que entra todo el sol por la mañana, siempre está llena de luz. Y la he decorado casi como un salón: con cuadros, dos arañas de velas que encendemos a menudo, lámparas (para evitar los neones), orquídeas... y el techo está empapelado con un papel de nubes, como si fuera un cielo.

Una recomendación a seguir como mami de familia numerosa

¡¡Buff!! Qué difícil, sobre todo porque quién sabe si lo estoy haciendo bien o mal, ¡eso no se sabe hasta que los hijos son mayores y te lo dicen!

Pero lo que me hace feliz, lo que he aprendido de los libros que he leído, de las conversaciones que he tenido sobre este tema y de mi propia infancia es:

1. Sigue tu intuición y tu conciencia (y aprende a escucharlas)
2. Dedica MUCHO tiempo a tus hijos, a escucharles, a mirarles a los ojos, a contarles tú también tus cosas, a llevártelos al campo, a sacarlos de la rutina, a hacer que lo que les rodea sea mágico, a leer con ellos, cocinar...
3. Exígeles MUCHO. La autoestima empieza cuando uno se da cuenta de que con esfuerzo es capaz de todo... y eso no se aprende hasta que se ha puesto el esfuerzo necesario para conseguir una meta. En casa todos juegan al tenis y tocan un instrumento, y están aprendiendo dos idiomas además del español. Les exijo buenas notas, y cero tonterías. No me gusta nada que estén en Tuenti así que sólo pueden estar conectados 10 minutos al día... y eso sólo si han cumplido con lo que tienen que hacer todas las tardes (practicar una hora de instrumento, memorizar lo que han dado en el día, cuarto ordenado etc.) Enseñales a encajar el dolor, la adversidad, a tener voluntad. Niégales las cosas materiales que no son absolutamente fundamentales - ¿de verdad necesitan tener una Blackberry? ¿en realidad necesita tener el 'mejor' móvil? (y más con estas crisis que se avecina, hay que enseñarles a ser felices con poco). Los caprichos: por Navidad o por su cumpleaños, y sino que trabajen y se lo ganen.
4. Mucho, mucho amor, y que conozcan a Dios como amigo, como consejero, como Padre amoroso e incondicional.
5. Enseñarles a respetarse, y a respetarte.

Tú que has viajado por medio mundo ¿con que ciudad te quedarías?

Londres... no me canso de esa ciudad, por sus museos y sus parques, sus tiendecitas tan originales y por sus grandes almacenes, por esos barrios con casitas, por sus Iglesias (me encantan las Misas allí con todo el mundo tan concentradito!). Pero nunca olvidaré mi infancia asalvajada en Brasil, Sao Paulo, todo el día descalzos, rodeados de animales, viajando en avioneta... mis padres nos movieron por todos lados y nos dieron total libertad para movernos a nuestras anchas, a soñar, a jugar durante horas, a pesar de todos los peligros, ¡qué felicidad!

¿En que restaurante quedarías con tus amigas?

Mamá Framboise , Olivia te cuida  , La Vaquería...

Y ya para terminar  ¿a que tiendas nos llevarías?

En Madrid la verdad es que me muevo exclusivamente por mi barrio: Aravaca. Aqui tengo todo lo que puedo necesitar, hay dos tiendas absolutamente fascinantes: Marmott y Malva Loca. Tienen lo más moderno, de más tendencia, lo más original y lo más básico, todo en un espacio mínimo. Y también voy mucho a Las Rozas Village.

Muchas gracias Sofia por todos estos maravillosos consejos!! Y por favor, avísanos de tu próximo showroom!!